En realidad estamos ante una enfermedad extendida en el mundo y producto de su alta presencia, no sólo en la próstata en otros órganos del cuerpo también, nos lleva a una especie de "complicidad" o "solidaridad" conmovedora. En realidad somos una "brizna de paja en el viento" que necesita esa comunicación y ese aliento que, en opinión de psiquiatras, nos hace levantarnos con optimismo. Pero para no seguir con generalidades voy a tratar de poner un granito de arena: coincido en que lo fundamental para alejar las enfermedades es la vida que se lleva y yo, que a pesar de tener una ascendencia paterna adversa, he logrado sobrevivir al embate de varios padecimientos que no mencionaré y ello es, precisamente, al haber aprendido más o menos a comer de manera saludable, desterrando, no del todo, los malos hábitos alimenticios y sobreponiéndonos a la cadena de sitios donde lo que se come es mucha harina, prácticamente, en cada esquina están presentes y se convierten en una tentación casi que inevitable..
Para continuar me permito, con respeto y consideración, hacer un llamado a quienes de la manera más responsable y llena de las mejores intenciones dan recetas milagrosas para curarnos y aquí, en mi sufrida Venezuela, han aparecido, a lo largo de años, ciudadanos con fórmulas que han sanado, según afirman, y salvado muchas vidas; pero, digo que siempre se nos atraviesa un pero descorazonador, no se convierten en la medicina milagrosa que necesitamos y ansiamos. De pronto se pierden en el tiempo, sin embargo debo confesar que, descuidos que no superamos, no he buscado ni les he seguido la pista a estas ofertas para descubrir y opinar de manera fundamentada. La dieta que sigo viene de una nutricionista adonde fui por orientación del médico que me trata y me recetó BICALUTAMIDA, una pastilla diaria, y LUPRON DEPOT 11,25 mg/mL cada tres meses.
Sin embargo pareciera que lo más grave que padezco no es el cáncer encapsulado que se instaló sin mi permiso y sin ningún dolor en mi próstata; pero en realidad es otra historia.
Quiero, finalmente, estar en contacto con quienes pertenecen a "este club exclusivo" a través de este medio. Ah, y esto si es el final, creo, profunda y religiosamente, que el humor, la generosidad y el amor si no nos salvan harán mucho más llevadera nuestra enfermedad. Un gran historiador de acá dice que somos"mamadores de gallo" (bromistas), mas nos falta otro humor: reírnos, a veces, de nosotros mismos. Salud para todos nosotros.y larga vida. . .
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En realidad estamos ante una enfermedad extendida en el mundo y producto de su alta presencia, no sólo en la próstata en otros órganos del cuerpo también, nos lleva a una especie de "complicidad" o "solidaridad" conmovedora. En realidad somos una "brizna de paja en el viento" que necesita esa comunicación y ese aliento que, en opinión de psiquiatras, nos hace levantarnos con optimismo. Pero para no seguir con generalidades voy a tratar de poner un granito de arena: coincido en que lo fundamental para alejar las enfermedades es la vida que se lleva y yo, que a pesar de tener una ascendencia paterna adversa, he logrado sobrevivir al embate de varios padecimientos que no mencionaré y ello es, precisamente, al haber aprendido más o menos a comer de manera saludable, desterrando, no del todo, los malos hábitos alimenticios y sobreponiéndonos a la cadena de sitios donde lo que se come es mucha harina, prácticamente, en cada esquina están presentes y se convierten en una tentación casi que inevitable..
Para continuar me permito, con respeto y consideración, hacer un llamado a quienes de la manera más responsable y llena de las mejores intenciones dan recetas milagrosas para curarnos y aquí, en mi sufrida Venezuela, han aparecido, a lo largo de años, ciudadanos con fórmulas que han sanado, según afirman, y salvado muchas vidas; pero, digo que siempre se nos atraviesa un pero descorazonador, no se convierten en la medicina milagrosa que necesitamos y ansiamos. De pronto se pierden en el tiempo, sin embargo debo confesar que, descuidos que no superamos, no he buscado ni les he seguido la pista a estas ofertas para descubrir y opinar de manera fundamentada. La dieta que sigo viene de una nutricionista adonde fui por orientación del médico que me trata y me recetó BICALUTAMIDA, una pastilla diaria, y LUPRON DEPOT 11,25 mg/mL cada tres meses.
Sin embargo pareciera que lo más grave que padezco no es el cáncer encapsulado que se instaló sin mi permiso y sin ningún dolor en mi próstata; pero en realidad es otra historia.
Quiero, finalmente, estar en contacto con quienes pertenecen a "este club exclusivo" a través de este medio. Ah, y esto si es el final, creo, profunda y religiosamente, que el humor, la generosidad y el amor si no nos salvan harán mucho más llevadera nuestra enfermedad. Un gran historiador de acá dice que somos"mamadores de gallo" (bromistas), mas nos falta otro humor: reírnos, a veces, de nosotros mismos. Salud para todos nosotros.y larga vida. . .